Lifting facial

El lifting facial, también conocido como estiramiento facial o ritidectomía, es una cirugía estética destinada a mejorar los signos del envejecimiento facial. Con el paso del tiempo, la piel y los músculos del rostro pierden tonicidad, apareciendo arrugas y descolgamientos de piel. El lifting facial consigue contrarrestar este deterioro y devolver el aspecto de juventud al rostro. Con cierta frecuencia, esta cirugía se combina con el tratamiento de los párpados mediante una blefaroplastia.

 
 

Indicación

Los candidatos ideales para someterse a un lifting facial son aquellas personas que desean reducir los signos del paso del tiempo (arrugas) con las que se sienten insatisfechos. Tanto mujeres como hombres se pueden beneficiar de este tratamiento. 


Primera Consulta

En la primera consulta realizaremos una historia clínica completa del paciente, así como una detallada exploración cervicofacial, tanto a nivel funcional como estético. En función de esta exploración, le explicaremos concretamente en qué consistirá su cirugía. la opción quirúrgica que mejor se adapte a su caso particular. En ocasiones le recomendaremos complementar el tratamiento con una blefaroplastia o con relleno graso de algunas zonas. Es habitual que después de esta primera consulta surjan dudas que podremos solucionar en otra cita antes de la intervención quirúrgica si fuera necesario. 

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Operación

La operación se realiza en un quirófano bajo anestesia general y tiene una duración aproximada de 3 a 4 horas. El éxito de esta cirugía depende del tratamiento de las estructuras profundas que sostienen a su vez la piel de la cara. Realizamos un abordaje que se inicia en la línea de cuero cabelludo a nivel de las sienes y desciende ocultándose en el borde anterior de la oreja para terminar a nivel retroauricular. Esta incisión nos permite acceder a las estructuras que dan soporte a la piel y tensarlas por medio de suturas internas. Por último, se reseca el exceso cutáneo resultante y se cierra la herida. Las cicatrices quedan escondidas por dentro del cabello y dentro de los pliegues anatómicos de tu piel por lo que serán prácticamente imperceptibles. 


Postoperatorio

Es recomendable el ingreso durante unas horas dándose el alta normalmente al día siguiente de la intervención. Tras la cirugía de lifting facial, dejamos unos drenajes detrás de las orejas para recoger cualquier líquido y evitar que se acumule dentro de la herida. Habitualmente, podemos retirar estos drenajes a las 24 horas. Utilizamos un vendaje ligero durante la primera semana después de la operación. El postoperatorio no acostumbra a ser doloroso. Las molestias que aparecen se controlan bien con analgésicos habituales vía oral. Después de un lifting, el rostro presenta un aspecto más o menos hinchado en función de la extensión del trabajo realizado y de las características propias de cada paciente. Esta hinchazón desaparecerá en unas semanas o meses. Deberá mantener la cabeza elevada durante unos días después de la cirugía para disminuir la inflamación.