Rinoplastia

La rinoplastia es una cirugía destinada a modificar la estructura de la nariz, adaptándola a la cara, para que el conjunto se muestre más armónico y, por lo tanto, más estético. Además, con esta intervención también podemos corregir defectos congénitos o adquiridos por una accidente o enfermedad.

 
 

Indicación

Esta operación está indicada en aquellas personas que deseen corregir aquellos aspectos que afean la nariz, bien porque la hacen desproporcionada o bien porque no están en armonía con el resto de la cara. Tanto mujeres como hombres se pueden beneficiar de este tratamiento. 


Primera Consulta

En la primera consulta realizaremos una historia clínica completa del paciente, así como una detallada exploración de la nariz, tanto a nivel funcional como estético. En función de esta exploración, le explicaremos la opción quirúrgica que mejor se adapte a su caso particular. Es habitual que después de esta primera consulta surjan dudas que podremos solucionar en otra cita antes de la intervención quirúrgica si fuera necesario. 

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Operación

La operación se realiza en un quirófano bajo anestesia general (el paciente permanecerá dormido durante toda la cirugía) y tiene una duración aproximada de 1 a 2 horas. Existen fundamentalmente dos tipos de abordajes para esta cirugía, la rinoplastia cerrada y la rinoplastia abierta. La primera y más común es aquella que se realiza a través de incisiones por dentro de la nariz, por los orificios nasales. Está indicada en casos en los que no hay grandes alteraciones del andamiaje cartilaginoso. En cambio, la rinoplastia abierta, es aquella que requiere la elevación la piel y tejidos superficiales de la nariz durante la cirugía para tener un acceso amplio a todas las estructuras que conforman la arquitectura de la nariz.


Postoperatorio

Es recomendable el ingreso durante unas horas dándose el alta normalmente al día siguiente de la intervención. Tras la intervención se introducen unos tapones en los orificios nasales que se mantienen durante las primeras 48-72 horas. También utilizaremos una férula externa en el dorso de la nariz durante 1 semana. El postoperatorio de la rinoplastia no suele ser doloroso, se controla fácilmente con los analgésicos habituales que le indicaremos. La mayoría de los pacientes describen como lo más molesto el taponamiento nasal que les obliga a respirar por la boca. Además, le aconsejaremos que duerma con el cabecero elevado y evite agacharse en la primera semana postoperatoria para favorecer el descenso de la inflamación inicial.