Cirugía íntima

La cirugía íntima o labioplastia consiste en la reducción de los labios menores y/o mayores que por razones congénitas o adquiridas están hipertrofiados, se han 'caído' o son asimétricos. Esta deformidad puede dar lugar a molestias y a una incidencia mayor de infecciones. La intervención busca la reconstrucción del aspecto normal los labios vaginales, siendo los procedimientos más comunes la reducción de los labios menores.

 
 

Indicación

La cirugía íntima o labioplastia está indicada en casos de hipertrofias, caída o asimetría de labios vaginales. Son buenas candidatas tanto mujeres mayores que deseen recuperar su estética vaginal como mujeres jóvenes con defectos congénitos que deseen mejorarla.

En ocasiones, pacientes con complexión delgada pueden requerir un aumento del monte de Venus. Se podría obtener mediante técnicas de lipotransferencia o lipofilling.


Primera Consulta

En la primera consulta valoraremos cada caso de forma personalizada siendo muy importante que la paciente comente las zonas que quiere mejorar y exponga sus expectativas. Tras una breve historia clínica, procedemos a la exploración física y a una valoración de las zonas a tratar. Por último, le explicaremos detenidamente en qué consiste la cirugía y le responderemos a todas sus dudas.

Acude a la primera consulta gratuita y consúltanos sin compromiso.

EEDB3738.JPG

EEDB3878.JPG

Operación

La labioplastia de labios vaginales es una cirugía ambulatoria que se realiza en quirófano bajo anestesia local con sedación y la paciente vuelve a su domicilio el mismo día de la intervención. La cirugía dura aproximadamente entre 30 minutos y 1 hora aproximadamente. En la mayoría de las ocasiones se podrá volver a casa pasadas unas horas. 

El procedimiento se adapta a las necesidades de cada caso. Lo habitual es que precise la extirpación del exceso de labios para adaptarlos a la anatomía normal de la zona.


Postoperatorio

Normalmente la cirugía íntima se lleva a cabo de forma ambulatoria (no requiere un ingreso hospitalario). Tras la intervención puede notar alguna molestia que se controlan bien con los  analgésicos que le indicaremos.  Los primeros días tras la cirugía deberá mantener un reposo relativo evitando largas caminatas o permanecer sentada sobre la zona intervenida durante muchas horas. Después de tres a cuatro días, puede volver a su trabajo o actividades cotidianas. Debe evitar las relaciones sexuales con penetración, los baños, las piscinas y montar a caballo o en bicicleta durante las siguientes 3 semanas, tiempo en el que se consigue una completa cicatrización. Una vez superado el periodo postoperatorio, realizaremos revisiones a los 3, a los 6 y a los 12 meses para valorar la evolución de la cirugía.